No desvelo ningún secreto si admito que desde siempre he sentido una profunda admiración por todo aquello que esté relacionado con el mundo del Heavy Metal, (Y su infinita lista de subgéneros, claro está) pero sin embargo, esto no implica que me haya cerrado a otros estilos musicales, si no más bien, que habiendo escuchado tendencias de aquí y de allá, y una vez seleccionados aquellos aspectos que más me han llamado la atención de cada uno de ellos, en definitiva es el Metal el género que más se acerca a aquello que podría denominar “Mi estilo”.
A menudo observo como la gente se pregunta cuál es esa chispa que capta la atención de los miles (a veces tan solo cientos, es cierto) de “metalheads” que, cada vez que su banda preferida se desplaza hasta una ciudad cercana, copan el recinto aguantando interminables horas a la intemperie, sin importarles las condiciones climatológicas, soportando estoicamente el cansancio, pero lo más importante y por encima de todo… con la sonrisa propia de un niño brillando en el rostro.
Y es que, por causas que todavía escapan a mi entendimiento, el Metal, ha llegado hasta nuestros días conceptuado como algo negativo, indigno… un gremio en estrecha relación con las drogas, la violencia y el radicalismo; una submundo en el que sus únicos habitantes son greñudos analfabetos, cuya mayor aspiración en la vida es salir a la calle para ponerse ciegos de cerveza sin preocuparse si quiera por si mismos… En definitiva, una forma de vida de la cual, los padres tratan, bajo cualquier concepto, mantener alejados a sus hijos.
Sin embargo, si bien es cierto que todos estos clichés tienen su razón de ser, no es de buen juez el generalizar a primera de cambio, y tal y como escribió el gran Sabina; “Hay que viajar antes de opinar” ¿O todos los vascos van con metralleta?”.
Por supuesto que es verdad que a lo largo de la historia, han surgido personajillos varios, que consciente o inconscientemente han contribuido a formar la imagen que hoy en día, una gran parte de la sociedad tiene de Nosotros, (De sobra son conocidos ciertos escándalos como, por ejemplo, la quema de iglesias que tuvo lugar en Noruega en la década de los 90, y que se relaciono con la escena BlackMetal de dicho país o el repetido abusos de drogas y estupefacientes por parte de grupos tan conocidos como Los Rolling Stones o Quiet Riot cuyo vocalista falleció recientemente debido a una sobredosis) pero ese mismo sector de la sociedad quedaría altamente sorprendido tras comprobar cuantos de esos músicos que luchan día a día por un género tan incomprendido como es el Metal, son en realidad personas brillantes, eruditas, con sus respetivas carreras y puestos de trabajo, personas implicadas en causas sociales, y que desde el anonimato aportan su granito de arena a esta sociedad.
Sin ir más lejos, tenemos un claro ejemplo en Bruce Dickinson, vocalista de “Iron Maiden”, grupo del que la mayoría de la gente habrá oído hablar. Y es que un aspecto que incluso muchos de sus seguidores desconocen, es el hecho de que Dickinson, a pesar de haber consagrado su vida de cara al Metal, estudió Historia Antigua en la Universidad de Londres, fue capitán de la selección británica de esgrima, y actualmente es piloto de la compañía Astraeus, donde pilota Boeings 757 con el rango de comandante, además de haber escrito varios libros, así como el guión de la película Chemical Wedding.
Y Dickinson no es un caso aislado, pues también encontramos ingenieros, como el batería de Hammerfall Anders Johansson o el vocalista de Delirion,Christopher Ripoll.
Por otro lado, no hace falta indagar mucho, para darse cuenta de que la gente asocia Heavy Metal a distorsiones, ruido, gritos, pero si bien hay subgéneros tales como el DeathMetal, o el VikingMetal, cuyos vocalistas son capaces de proferir auténticos “Berridos Neanderthalus”, (Y para nada reniego de ellos, pues es una característica que va intrínseca con la temática que suelen seguir sus letras) también existen otros como el PowerMetal, frente a los cuales, como músico no puedo si no reverenciarme ante las cualidades vocales de sus cantantes.
Y el problema radica, en mi opinión en que existe un gran halo de desconocimiento que cubre la verdadera esencia de este género musical, pero me temo, que hasta que la sociedad no se conciencie de que las cosas no tienen porque ser siempre tal y como nos las han contado, sino que uno puede tratar de averiguar la verdad por su cuenta… el Metal no dejara de ser un género minoritario, al menos en este pais.
Y es que resumoiendo y volviendo al inicio, me resulta imposible encontrar otro genero musical que abarque tantos estilos diferentes, enfocados desde un mismo punto de vista. Un estilo que convine tanto doctrinas clásicas, y voces operisticas, como voces rasgadas y guitarras rayando la estridencia, bases planas como el 4/4 Bastante común en el Glam Metal) y autenticas orgías rítmicas como es el caso del Progressive Metal... En definitiva, un género que sea capaz de satisfacer las necesidades musicales de cualquier persona sea cual sea su estado de ánimo.
UP THE METAL!!
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